Brighter

Escribir una entrada se ha vuelto una tarea muy complicada para mi. Cuando no tenes inspiración ni sobre qué hablar es un problema, pero cuando tenes TANTO resulta que también, no sabes por dónde empezar.
Puedo decir que de septiembre (mes en el que hice el último post, podemos saltear el siguiente porque me la paso hablando toda la entrada sobre una computadora) hasta ahora pasó más que en todo el 2012 entero.

Las cosas han cambiado demasiado, incluso cuando vuelvo a leer aquella entrada no puedo evitar sentir un poco de vergüenza por mi mismo. Es totalmente real mi amor por la música, pero también era muy real el hecho de que me obsesionaba con ese tipo de cosas como esa para evitar meterme a analizar los conflictos de mi propia vida.

Pero eso es algo de lo que recién puedo darme cuenta ahora, habiendo superado bastante esos problemas, con ayuda de dios, el universo, la psicóloga, no sé.
En realidad podría resumir esos ''tantos problemas'' en dos: mis problemas sociales, y los referentes a mi sexualidad.

Ahora que ambos están resueltos -bah, el segundo, el primero no sé si es algo que se resuelve, simplemente siento que ahora tengo amistades más reales- puedo ver todo con mucha más claridad, como todos estos años me mandé cagada tras cagada con la gente porque sentía que nadie me podía querer, mi falta de autoestima creada por mi mismo por el hecho de no poder aceptarme me hizo ir quedándome más y más solo.

Fue totalmente irónico como se entrelazaron tan fuertemente estos problemas y encontraron su salida en conjunto. El contarle a una amiga el hecho de que soy homosexual no hizo más que liberar una cadena de cosas buenas. Y me hizo sentir arrepentido por haber esperado tanto tiempo para dejar salirlo, pero fue porque ni yo mismo podía aceptarlo y lo tenía profundamente enterrado en mi inconsciente. Una vez que logre aprobarlo para mis adentros no esperé demasiado y salí a contarlo, y la primera persona en saberlo no fue ni más ni menos que mi vieja, algo que naturalmente parece un error, pero en el momento que transcurría todo esto (marzo del año pasado) no contaba con ninguna otra persona a quien confiárselo, o fue más bien, aunque ni yo todavía entiendo bien cómo se dio esa secuencia, porque ella tenía una ligera sospecha y me lo insinuó mientras teníamos una distendida charla en inglés y caminábamos por la calle.
Mi mamá siempre fue bastante comprensiva y abierta con respecto al tema, pero también un poco contradictoria con lo ''mucho que me apoya'', porque fue hasta diciembre que siguió haciendo comentarios desconcertantes sugiriendo que tal vez solo sea una confusión y estoy ''experimentando como todo adolescente'', pero como espero habérselo dejado claro, para mi experimentar sería estar con una mujer, porque esto lo tengo claro, aunque sea a nivel inconsciente, desde una edad demasiado temprana de mi vida. Y es recién ahora que puedo mirar hacia atrás y notar como todos mis errores del pasado encastran perfectamente ahora que soy consciente de lo mucho que me afectaba este asunto.

Una vez que sentí más seguridad fue el momento de contárselo a mi hermana, quien se lo tomó muy bien, tal vez demasiado, porque ella lo asumió más rápido que yo y no tuvo inconvenientes con ponerme la etiqueta en seguida, en un momento donde yo todavía no lo podía tolerar.
Pero la mejor parte llegó cuando empecé a expresarlo con mis amistades, y las situaciones que se generaban eran totalmente delirantes. Aquella primera amiga a quien se lo conté de la que hablaba antes, al principio no entendía nada, cuando se lo dije -por chat, porque aunque pensaba solo anunciarle que quería hablar de algo con ella en el colegio, fue tan insistente que tuve que contárselo en el momento mismo- y le mencioné que tenía que ver con mi sexualidad para darle algún indicio, ella pensó que yo era estéril. Sí, así de bizarro, es que pobre no entendía porque yo le había dicho en el pasado que yo gustaba de ella aunque no era más que un mal flash, y tuvo que dar varias vueltas para clavar el anzuelo en la pregunta correcta.

En las semanas siguientes tenía dos cuestiones paralelas que resolver; por un lado contarle al resto de mis amigas sobre este tema que obviamente cambiaría su manera de verme, y afrontar el desagradable hecho de que mi abuela se había enterado del tema por medio de mi adorable madre sin mi permiso, lo que produjo una gran cantidad de discusiones que solo cesaron porque yo me había cansado de pelear. Y mi abuela lo único que hizo fue tratarme un poco de enfermo al principio y después tomar distancia, lo que tampoco vino mal porque no la tolero demasiado.

Los momentos donde intentaba contarle a la siguiente amiga estaban llenos de frustración porque no lo lograba, ella nunca captaba las indirectas, y no fue hasta que logré alinear todos mis circuitos cerebrales para ser seco y directo que lo entendió cuando le dije que era gay sin más vuelta que darle, de la misma manera que lo hice con la posterior. Del resto se encargaron las que ya lo sabían, porque no les costaba el esfuerzo que a mi sí, y me sentía un poco agotado mentalmente aunque siempre lo recibieran con una euforia bastante desmedida.
Y es así como poco a poco empecé a fortalecer mis vínculos con ellas, y en el verano salí más veces que en tres años.

Desde esos momentos, que estaban llenos de problemas, hasta ahora, que siempre tengo una misma sensación, de que no importa qué tan mal estén las cosas y cuán malhumorado esté, en lo más profundo del alma soy feliz por el simple hecho de que pasen cosas. Creo que me convertí en gran medida en un amante del drama, porque la cantidad de tiempo que yo pasé siendo un vegetal mudo ''heterosexual'' que no hacía nada por perseguir sus sueños no me la devuelve nadie. Aunque sé que probablemente ese recurso se agote con el tiempo, siempre voy a poder mirar atrás y ver que aunque actualmente la estoy pasando bastante mal porque el chico con el que tuve mi primera experiencia me dejó por ''falta de tiempo'', un año atrás me pasaba los días deprimido y ni siquiera sin saber por qué (y me vestía muy mal, además).

Hoy ya me paso bastante por mi pajoso pelo teñido de fucsia quien lo sabe y quien no, es algo que no me importa. Tampoco soy de contárselo a cada persona que se me cruce porque... no da.
No me convertí en un estereotipo como tanto temía, a pesar de haberme afiliado bastante a ciertas tendencias. Decidí simplemente ser quien soy, naturalmente y sin analizar tanto.
Habiendo escrito esto ya puedo seguir adelante. Es algo que necesitaba expresar por este medio, hay gente que tal vez nunca sea tan explicita como yo soy acá, pero escribo cosas muy intimas desde hace años y no voy a cambiarlo ahora.