miércoles, 23 de diciembre de 2015

Sin arrepentimientos (Balance 2015)

Estoy estipulando ciertas cosas en mi cabeza. Como el haberme dado cuenta de la importancia que es que lo que tenga planeado estudiar me entusiasme, me genere ganas, intriga, ansias. Y eso por suerte me erige en cierta manera, en la convicción de que tengo algo a lo que adherirme cuando me sienta perdido en otros áreas. Porque me percaté de que hasta hace un tiempo, tal vez no demasiado, mi hilo conductor siempre había sido la pareja, en forma material y existente, e idealmente. Me aferré al amor romántico incluso cuando esa persona no existía en mi vida, si no era algo que tenía, eran las esperanzas por conseguirlo. El pensamiento de creer que una pareja sería lo único que me brindaría felicidad en mi vida fue muy abrumador y demasiado común, anteriormente. He alcanzado el punto de decirme que haría cualquier cosa por obtener eso, justificaría los medios por el fin, todo por adquirir ese objeto de deseo, creyéndolo lo absolutamente único para mantenerme lejos de la tristeza, la depresión y el aburrimiento.
Ahora me han cambiado ciertos esquemas. Sigo teniendo ese fuerte deseo la mayor parte del tiempo, pero ya no prevalece como la única fuente de dicha, tengo otras aspiraciones ahora, más reales y consistentes, y que tienen otra materia, por ser cosas que no dependen más que de mí, son totalmente propias, me pertenecen solo a mí mismo, y de mí pende conseguirlas o no, solamente.
Me siento algo frustrado últimamente, porque el verano pasado me aburrí tanto, y la pase tan mal, que me había prometido hacer todo lo posible para no volver a experimentar algo así nunca más. Y la realidad es que estas semanas están resultando similares a todo eso. Pero lo cierto es que las cosas son distintas ahora, tengo una perspectiva muy distinta de las cosas que un año atrás. Por aquel entonces estaba padeciendo el agobiante y confuso proceso de haber terminado la etapa de la secundaria, pereciendo las consecuencias de haberme peleado con tantas personas, y transcurriendo sobre la eterna espera hacia el comienzo de una carrera que hoy un año después, sé que no es para mi. Cuando pensaba en la carrera de diseño de imagen y sonido lo que predominaba en mis sensaciones era una profunda inseguridad, un desencuentro abismal que me hacía infeliz, porque no podía entenderme, y la cuestión es que aún no sé por qué, pero estaba en el carril hacia una carrera a la que no sé precisamente como había llegado.
Ahora, cuando pienso en psicología, me siento inmediatamente familiarizado, siento que todo de mí encaja con ello, me causa intriga, y creo que es un gran logro haber llegado a esta instancia de localización de algo tan importante.
Y en síntesis, mirándolo ahora, a pesar de seguir con heridas abiertas, con pensamientos y sobre todo sueños persecutorios sobre estos asuntos, puedo detectar como todo este año ha sido uno de pruebas. En ningún otro había experimentado tantas cosas nuevas, y creo que no me doy credito por estar actualmente distante de todas esas cosas, por haber no haber conservado absolutamente ninguna. Pero lo cierto es que haber tenido cosas que no me satisfacieron, me ha ayudado a entender qué cosas sí quiero para mi vida.
No me arrepiento de haber empezado una carrera que creí que se aproximaba a mi estilo considerando que sería suficiente para sentirme lleno, porque ahora sé que necesito una que sea enteramente  interesante y cautivante, que encastre exactamente conmigo.
No me arrepiento de haber intentado tener una relación con alguien que al final no compatibilizaba conmigo, porque ahora sé que la persona que quiero a mi lado tiene que tener ciertas características, cosa que antes ignoraba.
No me arrepiento de haber vivido en una casa diferente pensando que la independencia era más importante que cualquier otra cosa, ahora sé que la independencia es una sensación mental, y que necesito irremediablemente un hogar en que sienta amor y contención.
No me arrepiento de haber trabajado un mes y medio en un lugar mediocre, ahora sé que mis principios siguen siendo lo más importante de todo en mi vida, que no estoy dispuesto a cambiarlos por nada, ni siquiera por plata, y que requiero un espacio laboral que vaya con ellos o al menos no los ataque directamente.
Al final, a pesar de sentir que este año fue básicamente un montículo de mierda, de demasiadas crisis y angustias, rupturas y peleas de todo tipo, salgo de él siendo una mejor persona, y habiendo aprendido más que en ningún otro.

1 comentario:

Hiperbólica dijo...

por cómo lo contás, fue un año groso para vos. Yo tuve un año en mi vida lleno de cosas lindas... y fue el más aburrido de todos, te juro. Aguante caerse, golpearse, hartarse, todo eso que nos hace vivir. Te abrazo fuerte♥